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Mostrando entradas de 2018

Tierra buena

Dios quiere que llevemos mucho fruto  pero eso sucederá solamente si nuestros corazones son "buena tierra" . Tierra buena de fruto abundante Abonada por estiercol, inmunda pero fértil, y aunque hiede de podrida, es poderosa en la cosecha. Tierra que produce cien veces la semilla que en ella se ha sembrado...  Tierra que da fruto bueno en abundancia. Tierra fiel de corazón de polvo Tierra que el arado de lo vil y el menosprecio ha quebrantado en mil pedazos... Tierra humedecida con las lágrimas, que ha regado un corazón arrepentido. Es la tierra de aquellos corazones que son lo más vil y menospreciado por los hombres...  La tierra de inmundicia y de quebranto, pero receptora de la fe más poderosa...  La fe que produce todo de la nada... La fe de la semilla de mostaza. Si tus pecados son tan sucios como el fango más podrido y tu corazón ha sido roto y está arrepentido, no necesitas ser el más grande de los teólogos, para ser usado por el Todopoderoso y que el fruto de

En la novena fila

La novena fila A Fernando Parrado le tocó en suerte sentarse en la fila nueve de aquel avión que se estrellaría en los Andes... desde la fila diez para atrás el avión se despedazaría por completo y él quedaría vivo, para al final, salvar a un puñado de sobrevivientes que no tenían esperanza. A veces amaneces en esa fila nueve, aquel lugar donde la desgracia y la vida se entrelazan con el propósito de salvar a otros...  Siempre habrá una razón para todo. A los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan para bien   Romanos 8:28

Como a tí mismo

El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Mateo 22:39 Amar a tu prójimo como a ti mismo, no se refería a que te debes de amar primero, porque está dando por sentado que te amas suficiente para dar tu vida por ti mismo. Se refería a amar a otros como cuando amas la comida que te hace daño...  a amarlos como cuando en un naufragio lo primero que haces es salvarte a ti mismo...  amarlos como cuando prefieres la timidez que sacar tu ego de la zona de confort...  Jesús nos está diciendo que amemos dando nuestra vida por aquellos que tenemos a nuestro alrededor. 

Hasta el último intento

Hasta el último intento Nueve veces que Dios envió a Moisés a Faraón para sacar a su pueblo de la esclavitud, fueron  nueve intentos fallidos que trajeron cargas más pesadas sobre su prisión...  Nueve veces que aunque el siervo del Señor obedeciendo fielmente y al pie de la letra la instrucción que venía directamente del Todopoderoso,  se convirtieron en nueve veces que el fracaso se burló de aquel enviado, al salir de aquella puerta nuevamente derrotado. Pero Moisés que era un hijo de victoria, un cachorro del león más poderoso, tal vez llorando o a lo mejor escoltando sentimientos de una grande frustración, se levantó todavía una vez más, obedeciendo aún contra la lógica...  Se levantó otra vez con aquella terquedad que nace en esos hombres que no se decepcionan de su Dios, esa terquedad que los hace llegar hasta el último intento por aquel  que los llamó desde la zarza...  Esa terquedad que al final de cuentas le llevó a ver milagros portentosos, esa terquedad que viene de lo alto

No existe éxito casual

Nada bueno resulta de la casualidad...   Un par de zapatos de esos que se atan con correas, el teléfono "inteligente" que en estos días se ha vuelto indispensable, aquella canción dedicada a la persona más importante de tu vida o el piano que acompaña las mejores melodías...  el  infinito y extenso universo, la luna que manipula las mareas o el calor del sol que mantiene vida en el planeta...  Ninguna de estas cosas ha surgido por casualidad, y nada bueno surgió por accidente... Los azares del destino de ninguna manera serán causantes de aquello que nos es útil en la vida. Porque jamás habrá cosecha si nunca se ha sembrado la semilla, y nunca un hombre de gran sabiduría, nacerá de padres descuidados y que han sido indiferentes. Por lo tanto si quieres tener una medalla de oro de los juegos olímpicos, el campeonato de natación más importante de la historia, o por lo menos un día satisfactorio en tu trabajo... si quieres estar orgulloso de unos hijos que se entregan a tu Dio

Corazones de diamante

Diamantes que brillan destellando orgullosos su belleza valiendo un tesoro de precio incalculable...  escasos y deseados por los simples, dignos de ser apreciados por los reyes. Gemas que merecen el mejor de los escaparates y que sean exhibidas y alabadas por todas las naciones. Diamantes llenos de hermosura, creados con el tiempo, no obstante tan difíciles que son de quebrantar, como la más dura de las rocas de la tierra. Corazones de diamante que se aprecian en sus dones, poderosos como reyes, inefables como pocos...  Corazones de Diamantes que se han vuelto infalibles, sin embargo, también  imposibles de moldear. Corazones indomables que jamás podrán arrepentirse... tan valiosos delante de los hombres, pero despreciables delante del Señor. Corazones de Diamantes incapaces de humillarse cuando comparecen ante su Creador, soberbios y arrogantes que no saben escuchar. Los corazones de Diamantes mueven favorables opiniones en la tierra, pero en la balanza de los cielos no pesan n

La disciplina del amor

Ese día bajo la lluvia, aunque odiaba estar mojado hasta los tímpanos, y no podía soportar que la tormenta me azotara... Aunque tal vez hubiera querido no andar a pie y que Dios me regalara un automóvil, o tener el dinero siquiera para pagar un taxi, o que en última instancia Dios me hubiera respondido ordenándole a las nubes que se retiraran... Aunque el agua caía sobre mi, inclemente y no cesaría hasta que yo llegara a mi casa que estaba a 1 km de distancia... Y como había aprendido, ese fin de semana en la iglesia, que si Dios me amaba iba a disciplinarme (Hebreos 12:6-7)...  Pude entender que Dios me amaba...  Pude saber que esa tormenta caía por mí...¡era por mi! , yo sabía que merecía un castigo peor que ese, porque haber sido empapado por una cuantas gotas de agua en realidad no compensaba mi desobediencia, pero la misericordia del Señor me había alcanzado, el perdón del Padre era evidente, la sangre de Jesucristo me estaba limpiando y esa misericordia había contrarrestado

El rey impío que gozaba la música de Dios

Es precioso gozar los tiempos musicales de alabanza en las reuniones de la Iglesia, pero si al salir de allí nos apartamos de la presencia del Señor, seremos comparables a Saúl, quien cuando David dejaba de tocar volvía a su tormento  (1 Samuel 16:14-23) Su desesperación rayaba literalmente en la locura, el vacío de su corazón le rasgaba el alma lastimando sus entrañas, el demonio que lo torturaba tomaba posesión de sus transtornados sentimientos... hasta que aquellas notas que salían de aquel instrumento musical que tocaba magistral aquel muchacho, le calmaban como liberandole de aquella fastidiosa amargura.  La presencia del Señor se sentía en los colores musicales que bebía ese pobre y desdichado  soberano, que tomaba cuál si fuera un droga que aliviaba aquel dolor que constantemente le acechaba. Porque un instrumento ejecutado para darle alabanza al Señor de toda gloria, es siempre un golpe poderoso a los tormentos orquestados en el fondo del averno...  Y esa arpa que alababa a

Derrotando los afanes

Los afanes te desvían de aquello que realmente es importante...  Ahogan la semilla que se siembra (Marcos 4:19) cuando escuchas los sermones o que encuentras al leer las Sagradas Escrituras, dejas de atender a la Verdad y terminas haciendo oídos sordos al deleite del maná, hastiándo tus sentidos del pan creado para tí en aquellos hornos que se encuentran en el cielo, desnutren a tu espíritu hasta deprimirte el corazón... tu mente se entretiene resolviendo los problemas que te acechan, olvidando la Palabra que no logra penetrar ni siquiera la epidermis de tu alma. Consecuencia que se aumenta, por la endemia de tu fe que se desangra. Detén el ciclo fatídico de "afán", el mentiroso, que te engaña con el fin que el tiempo se te esfume entre los dedos, al hacerte descifrar sus locos acertijos, entreteniendote en falacias, haciéndote olvidar lo que si es la realidad. Cierra tus oídos a sus vicios, no le pongas atención, y líberate de la preocupación pensando en lo que vale (Fili

Nuestra vida escondida

Nuestra vida escondida (Colosenses 3:3) Allí... en el lugar más seguro de todos los lugares...   Donde ninguno de nuestros enemigos puede acceder... Allí, donde la ignorancia del futuro, trae más confianza que el conocimiento de aquello que nos depara al que llamamos "el destino", que entre horóscopos y profetas de fortuna quisieran predecirnos el mañana...  En ese lugar donde la incógnita vale un bledo y la esperanza en lo invisible es un gran tesoro de aquellos intangibles...   Donde la emoción y espectativa nos alientan en medio de lo incierto.  Allí donde se esconde nuestra vida, pudiendo descansarla de afanes y de las preocupaciones, y aunque casi nunca sabemos lo que viene, todo lo que venga está en control del que todo lo conoce y prepara para bien.  Nuestra vida esta escondida en las mangas del maestro, que a manera de mago de los buenos, siempre tiene un propósito mejor en nuestra suerte.

Leyendo bien la Biblia

Si la intención de leer mi Biblia no es mi propia santificación...  Aún no habré encontrado la Verdad. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. S.Juan 17:17 A veces leemos la Biblia para descubrir misterios, leer historias, juzgar a otros, inventar interpretación de profecías del apocalipsis, tener más conocimiento, buscar excusas o para hacer predicaciones que otros puedan escuchar...  Algunos la tienen como amuleto en la sala de sus casas, otros como instrumento para una buena discusión. Sin embargo la Biblia es la Palabra de Dios, esa espada que debe penetrar hasta partir nuestra alma y nuestro espíritu (Hebreos 4:12), para enseñarnos, corregirnos, redargüirnos e instruirnos en justicia (2Timoteo 3:16), con el propósito de santificarnos (Juan 17:17), y si no la entendemos, jamás la podremos aplicar, seremos oídores pero jamás seremos hacedores. Por tanto, si la intención de leer mi Biblia no es mi propia santificación...  Aún no habré encontrado la Verdad...  Y si la in

¿Qué tienes dormilón?

... ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos. Jonás 1:6 Esta es la oración oculta de todo un mundo de personas que nos llaman a despertarnos y clamar al Dios Todopoderoso, por que necesitan salvación. Despierta Jonás y ten compasión de este pueblo que perece...  Despiertate y clama por que tememos esta cruel tormenta...  Clama por la salvación de los que están contigo en esta barca, este mundo que agoniza lentamente...  Ten misericordia de los que no conocen a tu Dios...  Deja de dormir en medio de la banca de tu iglesia, que hay gente que se muere día a día camino del infierno...  Sé pionero de la vida, y tiéndele la mano al mundo que se hunde...  Si el Volcán da fuego que destruye, despiértate y sé brisa que conforta...  Dobla tus rodilla por aquellos que en pecado nos pudrimos en dolores...  Levántate deja ya la indolencia, y despierta la conciencia... Despiertate Jonás y no calles tu esperanza, danos buenas

Más real que las tarjetas

Dejé de poner mi confianza en las tarjetas, y en la forma de salir de mis problemas.  Tomé el trozo entero de mi vida y lo puse delante de Sus pies. No puedo dejar de agradecer al Todopoderoso, quien me libra de todas mis cadenas que yo mismo he forjado ilusamente... pues en su grande e infinita misericordia me sacó de las arenas movedizas de las tarjetas de crédito...  pedazos de plástico que te hunden cada día en el pozo que sin fondo se yergue amenazante cuando el salario no roza tan siquiera a cubrir los pagos mínimos. Te encuentras en una pesadilla de la cual sientes imposible despertar...  Tu mente se entretiene en las formas de Cómo resolver ese dilema...  tal vez algún empeño o quizás otro  extrafinanciamiento. Fue allí cuando dominado en ese juego en el que me metieron a su antojo...  en este momento donde la impotencia te hace sancadilla...  en ese tiempo en en que me escondían de la luz al otro lado del camino.  Allí en el pozo de la desesperanza, que volví otra vez

Generación atea

... Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel. Jueces 2:10 Las generaciones de impíos no se levantan por casualidad... no nacen de la noche a la mañana como por arte de magia.  Las generaciones de hombres y mujeres que no conocen a Dios, se gestan en familias que no enseñan del Señor...  Padres que no dedican su vida a entrenar a sus hijos en tener una relación personal con el Creador...  madres que prefieren que sus hijos vivan cómodamente antes que tener que incomodarles de alguna manera.   La generación de hijos ateos de nuestros días no ha surgido por que la sociedad les ha enseñado que Dios no existe, o porque en la universidad lo han puesto en duda, sino porque los padres no les han presentado a Dios e instruido en el camino de la Palabra de Dios (Proverbios 22:6). Es el deseo del Señor que nuestros hijos le conozcan, pero es tarea de los padres presentarles al Padre Celestial. La Biblia dice que debemos

Balance de la Palabra

Hoy en día existen muchos que predican poniendo peso y desbalance a su revelación y otros que tratando de contrarrestar ese desbalance tienden a predicar solo contrapesos.  Es así que por ejemplo hay gente que solo predica de prosperidad y otros que se la pasan predicando en contra de ellos todo el tiempo...  Gente que solo predica del amor de Dios y otros que aunque con buenas intensiones, pero en desbalance, solo hablan de la severidad de Dios. La verdad es que ambos han puesto demasiado peso a un solo lado, inclinando la balanza a sus propias opiniones. Por supuesto que Dios es amor pero también es "severo" ...  Y por supuesto que Dios es severo pero también es "amor".  Y es que la Palabra que es viva, y más cortante que espada de dos filos, discierne nuestras intensiones (Hebreos 4:12 ) es distinta para cada individuo, porque fluye de acuerdo al Espíritu de Dios, quien conoce lo oculto de nuestro corazón y es el único que redarguye a los oyentes.   PorqueDios

La base de la sociedad

Debería ser la zona segura de todo niño...  El lugar de instrucción más importante...  El mejor tiempo de un abrazo y la razón para llegar corriendo hacia el hogar...  la familia, la institución más antigua de la humanidad y la base de la sociedad.   Debería ser aquella relación de fortaleza y no de destrucción, de alegría no de depresión, de aliento no de incomodidad, de unidad y no de división...  Porque es aquí donde se tallan nuestros corazones, y se arma nuestra forma de pensar, y es por ello súmamente codiciada por los compinches del averno. El enemigo ha comprendido que destruyendo la familia sumirá a la sociedad en gran oscuridad, por eso a toda costa ha intentado quebrantarla , y después de tanto intentarlo con astucia ha invadido hasta las mismisimas fronteras de la iglesia. Sin embargo, es la hora de contrarrestar las olas de este mundo...  Es el tiempo de Juan el Bautista, y de preparar el camino al Señor haciendo volver los corazones de los padres hacia los hijos, con

Monedita de oro

Es normal...  El ser humano imperfecto jamás dejará de emitir juicios de acuerdo a las apariencias...  Siempre habrá alguién que busque algo malo y tenga una pésima opinión acerca de tí, aunque te esfuerces por contrarrestarlo.  Recuerda que nadie es monedita de oro para caerle bien a todo el mundo, aunque a veces nos hemos merecido sus habladurías, pues está claro que somos pecadores. Pero el problema no debería estar en lo que sientes cuando hablan mal de tí, sino en el tiempo, energía y los sacrificios que debes invertir para lograr de todos una buena opinión, porque a veces tenemos tanto amor propio que luchamos con uñas y garras por la gloria de los hombres... peleamos hasta la última gota de energía para que todos tengan una buena opinión de nosotros...  esto es desgastante y súmamente dañino para el alma, pues nos lleva hacia la depresión y la tristeza. Usemos esa energía en la opinión del único que debe interesarnos, Dios.  Si nuestro corazón se alimenta de la opinión de los d

Creciendo mal

Crecer es un deseo natural de todo pequeño...  es el proceso obvio para  ser grande...   es lo que buscamos en nuestro trabajo, negocio o empresa, en los estudios, y profesión, en lo espiritual y también en el número de creyentes de nuestras congregaciones. Pero hay gente que solo crece, restándole a los demás...   Son parásitos que succionan la vida de otros...  sanguijuelas que quitan y no añaden (Proverbios 30:15)...   quieren desacreditar para ser escuchados...  usan veneno de opinión para, según ellos, crecer en su ministerio...  se dicen pescadores de hombres pero usan su red para cazar peces de otro estanque, y son ladrones de almas. Dios no apoyará nuestras palabras si lo único que hacemos es hablar mal de aquellos que van adelante de nosotros...   no creamos que descalificando a los que nos aventajan podremos obtener los lugares que ellos dejarán vacantes, porque la carrera cristiana no es así. Y Cristo jamás crecerá dentro de nosotros destruyendo a otros, pues Él fue e

La vanalidad

La vanalidad es como una arena movediza, que te traga lentamente, poniendo trampa a nuestros pies, por medio de atractivos que nos hacen empeñar los tesoros más valiosos de nuestro corazón. Damos todo por el aire, poniendo un alto precio por la nada, que succiona lentamente nuestras fuerzas, dejándonos sin todo y matando poco a poco el soplo de esperanza que aún pudiéramos tener. Vanidad de vanidades que nos ata a mercaderes del vacío, aquellos que a través de el ego, su producto más vendido, nos engañan en un círculo vicioso del que es imposible renunciar. Levadura que mantiene desnutridos a los muchos que han sido seducidos, por un sin fin de aquellas posesiones de este siglo. Vacuidad que solamente puede derrotarse, con aquel que de una sola frase, creó todo de la nada... el Dios que llena todo el universo y tiene potestad de hacer que se rebose el corazón de aquel que se ha vaciado en este mundo sin sentido.

Pan de milagros

Entre menos tienes en tus manos, el milagro aumentará. A veces no podemos ver lo que Dios hace en nuestras vidas por que sus Milagros se muestran invisibles ante nuestra condición materialista... Y es que hay ocasiones en las qué no podemos ver que los milagros si suceden, y generalmente es cuando hay menos necesidad. Porque cuando lo tenemos todo... un trabajo donde se nos asegura un salario cada mes, un lugar donde vivir y resguardarnos del frío todas las noches, comida caliente tres veces al día, los milagros parecen disminuir. En Marcos 8:18-21, Jesús les dice a sus discípulos, quienes hacía un momento se habían dado cuenta que sólo habían traído un pan, ¡un solo pan! si podían recordar los cinco panes para los cinco mil hombres y los 7 panes para los 4000 hombres... haciéndoles ver que cuando menos panes habían tenido, más se había multiplicado el milagro. Esto quiere decir que Cuando tenemos menos posibilidades de mantenernos, cuándo nuestros ingresos no llegan ni a los mínimo

Más allá del egoísmo

Más que el amor propio.. Ellos son los que se parecen a Jesús, que aun siendo todavia escarnecido pidió ante el Padre el perdón para sus castigadores. Hombres del Señor, que supieron amar de tal manera, que ni aún la muerte fue tan fuerte, para apagar esa pasión que les hacía perdonar a su enemigo... hombres que amaron como nadie en sus cabales, hasta dar su propia vida en el intento... hombres valientes que enfrentaron a sus miedos por darse sin medida a sus semejantes. Hombres que sin siquiera meditarlo antepusieron a su projimo sobre todos sus anhelos y aún tambien su amor propio ... hombres como Pablo que les importaba un cacahuete que fueran hechos anatemas por amor de sus hermanos... esos hombres que aun en nuestros días, Dios anda buscando entre los hombres... hombres que saben lo que significa amar al prójimo aún más fuertemente que a si mismos... que comparten su porción con los hambrientos y le dan cobijo al indigente... Esos hombres que algún día Jesús en su venida los p