Influenciados por ideas provenientes de la llamada confesión positiva, muchos han caído apasionados por la fantasía del pensamiento millonario... y no es que Dios no tenga el poder de enriquecer... es que estas no son ideas Bíblicas, sino mundanas que utilizan versículos aislados para parecer del cristianismo.
Quieren ser cual magos... hechiceros que muevan los objetos a su antojo...
Se contagian de la moda de los superhombres, que tan sólo existen detrás de las pantallas.
Declaran, decretan, y profetizan espectaculares bendiciones en sus vidas.
Creen tener el poder de Jesús pero huyen de su santidad.
Decretan lo que desean como si fuera Palabra de Dios.
Se creen el rey David derrotando al gigante, pero son cómo Saúl abogando por las apariencias, piensan caminar sobre las aguas, pero huyen de la tormenta como si ésta la hubiera creado el enemigo. Quieren las riquezas y la gloria de Abraham, pero no entregarían jamás a su preciado Isaac.
Se contagian de la moda de los superhombres, que tan sólo existen detrás de las pantallas.
Declaran, decretan, y profetizan espectaculares bendiciones en sus vidas.
Creen tener el poder de Jesús pero huyen de su santidad.
Decretan lo que desean como si fuera Palabra de Dios.
Se creen el rey David derrotando al gigante, pero son cómo Saúl abogando por las apariencias, piensan caminar sobre las aguas, pero huyen de la tormenta como si ésta la hubiera creado el enemigo. Quieren las riquezas y la gloria de Abraham, pero no entregarían jamás a su preciado Isaac.
Están viviendo la fantasía del "cristianismo mágico"
¡Claro que Dios enriquece! pero también empobrece... ¡claro que Dios te saca del desierto! pero también te mete en él... porque la Palabra de Dios es dinámica, es viva, y no se rige a nuestros deseos sino a los del Padre celestial.
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