Cuando Dios hace milagros… pero no en ti
Tal vez eres tú uno de esos
cristianos que ven pasar los milagros en la vida de otros, pero estos nunca
llegan a ti. Sientes que Dios tiene
preferencias y que tú no eres uno de los favoritos… ves pasar por la vida a
aquellos que se glorían de lo que Dios ha hecho por ellos con fantásticas y
asombrosas historias… pides y no recibes… buscas y no encuentras… llamas y no
te abren.
Has llegado a creer que Dios
no te escucha… has pensado que el Señor se ha olvidado de ti… te sientes
abandonado y lo peor es que sabes que no tienes a dónde ir sino es al Señor tu
Dios.
Pero, los héroes de la fe de
Hebreos 11, aunque tuvieron mucho fruto de la fe que tenían, nunca recibieron
lo prometido (Hebreos 11:39)
¿no te has dado cuenta que
no tienes que ver milagros para amar a aquel que murió por ti, e hizo el
milagro más impresionante dándote la vida eterna, que perdonó todas tus
iniquidades y te rescató del agujero profundo del pecado?
¿No te has dado cuenta que
los milagros son para que los pecadores se arrepientan, pero muchos no lo hacen
(Mateo 11:21)?
¿No te has percatado que los
que no vieron pero creyeron son más bienaventurados (Juan 20:29)?
No te detengas en ver los
milagros que Dios hace en otras personas ¡Vive y goza el milagro de la vida
eterna que Dios ha puesto en ti!
¡aprovecha el regalo de la amistad que Dios te ofrece!... observa las
promesas del Señor tal como Abraham, que creyó que su descendencia sería
innumerable como las estrellas y recibió un solo hijo de esa promesa, pero
por creerlo fue llamado amigo de Dios y vio el día del Señor (Juan 8:56). Dios te ama a ti, y eso es lo que cuenta; ¡sigue adelante!
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