Cicatrices Cicatrices que recuerdan dolores del pasado, la suerte que fue echada en su tiempo y nos trajo la desgracia de la herida. Cicatrices que se han vuelto parte de tu cuerpo, característica infaltable de tu rostro, testigos silenciosos de accidentes sin sentido, que trajeron malestar y te dieron tristes sufrimientos. Cicatrices que despiertan las memorias de la hora más difícil que has vivido. Sin embargo, solamente son puras cicatrices, heridas que han sanado y ya no duelen otra vez… cicatrices que no tienen más valor que el que tu mente les recuerda, valen menos que un penique si es que no sabes cómo te han venido. Pero son aquellas cicatrices, que te hacen recordar los errores que has tenido; aquellas cicatrices que te hacen sabio al futuro. Porque esas cicatrices te hacen dar mejores decisiones, te enseñan caminos superiores, tanto así que hasta consejos a los simples puedes dar a borbollones. Pero lo mejor de aquellas cicatrices es que no
Palabras pastorales para un mundo necesitado.