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Mostrando entradas de abril, 2015

La parte buena de todo

La parte buena… Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.   Pero sólo una cosa es necesaria ; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. Lucas 10:41-42 Qué molesta estaba Marta porque María haraganeaba cuando ella trabajaba…   era el colmo de la pereza que no se dignara en atender a los invitados, ¡era cuestión de “responsabilidad”!     Sin embargo, hay ocasiones que aquello que parece pereza o haraganería, está conforme a la voluntad de Dios para nuestras vidas y hay momentos en que la responsabilidad y diligencia, se oponen totalmente a sus deseos.    Para todo hay tiempo, dijo el sabio Salomón… hay tiempo de descansar de tus tareas diarias, tiempo de dejar a un lado las responsabilidades, tiempo de sentarnos a los pies de Jesús, tiempo de recostarnos en las faldas del Maestro… y ese tiempo es la buena parte de todo. Porque no hay lugar más importante, no hay mejor sitio donde podamos estar, no h

al que más se le perdona, más ama

Al que más se le perdona... Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama Lucas 7:47   En el mundo hay muchas personas que tal vez no hayan llegado a ser adúlteras, prostitutas o asesinas simplemente porque no tuvieron el valor de hacerlo.   Pero aunque nunca llegaron a consumar su maldad, el pecado nació en su corazón por medio del odio, el rencor, la envidia, la avaricia, y la lujuria. El problema es que a falta de consecuencias dolorosas, viven con la conciencia tranquila y nunca podrán amar al Salvador, pues no han tenido la oportunidad de conocer en carne propia ese momento en el cuál se está a punto de ser echado en el fuego eterno y de pronto como por obra de milagro llega oportunamente el Redentor y con un gesto maravilloso extiende su mano de misericordia y le rescata en el mismísimo momento cuando ya se estaba consumiendo entre las llamas. Para ser perdonados, debemos arrepentir

Jesús tomó tu lugar

Jesús tomó mi lugar recordando por estos días aquello que escribí hace algún tiempo acerca de Barrabás y su liberación Él tomó tu lugar Era la madrugada de aquel extraño día…   el frío calaba hasta los huesos, la oscuridad aún se posaba en aquel sitio, aunque en realidad era poca la luz que allí entraba al llegar la mañana, pues un pequeño halo se colaba por una rendija milimétrica de la puerta de hierro forjado de aquella asquerosa celda. Hacía varias semanas que le habían atrapado, y todavía se condenaba por haber estado aquel día en ese mercado sin cuidarse la retaguardia. Ser un rebelde le había cobrado caro la factura, porque ahora solamente le restaba esperar el día de su ejecución.   Cada mañana que aquel destello de luz volvía a aparecer por aquella diminuta rendija de la puerta, el miedo de morir volvía a sus pensamientos, su corazón empezaba a palpitar su nerviosismo, y su respiración se entrecortaba al ritmo de su desazón.   A veces recordaba aquellos hombr

Carga la cruz

¡carga la cruz! Esa mañana el sol aparecía tímidamente por el horizonte, mientras aquel hombre caminaba por las calles vacías de Jerusalén…   de pronto, su rostro tosco y endurecido por sus constantes viajes del desierto, se quedó asombrado de la multitud que empezó a juntarse en aquella calle que llevaba al Cerro de la Calavera, tal parecía que toda Jerusalén se había levantado para ver algún acontecimiento de suma importancia en ese día, así que dejó de caminar y con curiosidad de extranjero se agregó a aquel gentío.  Tomó su lugar pensando –me colocaré en uno de los mejores puestos para ver aquel desfile.  Y así lo hizo, esperando con curiosidad. Lo soldados empujaban hacia los lados aquella aglomeración, mientras a lo lejos se oía una mezcla de gritos, lamentos y carcajadas, haciendo una extraña algarabía que se acercaba poco a poco. Tratando de distinguir lo que venía, pudo observar unos troncos de madera que se asomaban en la esquina…  sin entender aún aquel  e