Hombres de poca fe.
Mateo 6:30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana
se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres
de poca fe?
Un hombre de poca fe es medroso, pusilánime, miedoso (Mateo 8:26), no tiene
un gran entendimiento de la Palabra de Dios y se olvida de los milagros que el
Señor le ha hecho en su vida (Mateo 16:8-10).
Un hombre de poca fe está lleno de dudas y se hunde en el tormentoso mar
de la angustia, como cuando Pedro sin otra cosa qué hacer más que gritar por la
ayuda de Jesús, se hundía en el mar temblando de pavor (Mateo 14:31).
Tal vez tú has sido un hombre de poca fe, te ha tocado ser así y en
medio de la vida y sus afanes te has encontrado en medio de profundos abismos y
tormentas; Acaso las aflicciones de la vida que están alrededor, han tratado de
ahogarte, pero tu fe es tan pequeña que nadie puede apreciarla, quizá tu fe sea
tan pequeña que se ha vuelto invisible incluso hasta para ti mismo.
¿Eres un hombre de poca fe? Posiblemente sí… posiblemente has dudado muchas veces... quizás
te has asustado en múltiples ocasiones, te cuesta entender la Biblia pues no
eres un erudito. ¿Cuántas veces aquellos que se la llevan de valientes de la fe, te han
instado insistentemente a que tengas fe? Y ¿Cuántas veces otros te han regañado
duramente por tu poca fe?, probablemente te han tocado el corazón y te has
sentido tan pequeño, tan insignificante delante de ellos… otros han pasado
mostrando sus grandezas delante de ti y tú sin nada de qué enorgullecerte, te
hundes en la mar de la duda y el temor. Te
han dicho que la duda y el temor son los enemigos de la fe, y que tal vez te
encuentras en pecado “hombre de poca fe”.
No obstante, un hombre de poca fe se vestirá mejor que los lirios del
campo, no le faltará el sustento (Mateo 6:30), crecerá de tal forma que otros se sentirán
seguros en sus ramas (Lucas 13:19) y a pesar de los temores, por poco que parezca,
por un instante, hasta caminará sobre las aguas.
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