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Mostrando entradas de agosto, 2013

la debilidad del hombre fuerte

La debilidad de Sansón Era rutinario sentir que el Espíritu de Dios se posaba sobre él, estaba acostumbrado a lograr cualquier cosa de todo aquello que su mente proponía, no había obstáculo que no pudiera salvar, las fuerzas sobrenaturales le invadían al pelear, liquidaba enemigos por montón, ni los leones le eran dignos adversarios… de los hombres, el más poderoso… ¡nadie podía contra él!     Tantas bendiciones de Dios había recibido, sus padres   le amaban como pocos y se lo demostraban dándole todo lo que su deseo le pedía…     hombre único y escogido entre muchos...   su nacimiento había sido milagroso, su futuro era promisorio, su nombre era “luz del sol”, sus capacidades sobrepasaban lo normal, y por si esto fuera poco, era el instrumento de Dios para libertar a Su pueblo. Pero tal cual lo decía el proverbista “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad (Proverbios 16:32)”; este hombre

Uniéndonos

Que seamos UNO Para que todos sean uno;  como tú,  oh Padre,  en mí,  y yo en ti,  que también ellos sean uno en nosotros;  para que el mundo crea que tú me enviaste. Juan 17:21 Para que el mundo crea, necesitamos la unidad, pero el mundo cada vez cree menos porque la iglesia cada vez se separa más.  Últimamente los comentarios del mundo acerca de nosotros los cristianos tienen tanto veneno, tanto odio, tanta ira que parece incomprensible que una religión tan maravillosa sea tildada de tantas impiedades.   Es tanto el mal testimonio que damos que muchos grandes líderes religiosos cuando han leído a Jesús se han maravillado de Él, pero insisten en que el cristianismo no es atractivo, debido a los cristianos. Lamentablemente el mundo se pierde más y más... los argumentos en contra de los cristianos son inmensos... la oscuridad cada vez se posesiona del pensamiento humano, y nosotros que deberíamos de ser la luz que invada las tinieblas del corazón de ellos, nos apagamos poco

A Su imagen y semejanza

A Su imagen y semejanza Entonces dijo Dios:  Hagamos al hombre a nuestra imagen,  conforme a nuestra semejanza...  Génesis 1:26 El propósito de Dios para hacer Su magnífica creación, no era solo crear al hombre, era hacerlo a Su imagen y semejanza; Él quería darnos sus virtudes y que fuéramos participantes de Su naturaleza (1Pedro 1:4), pero que pudiérmos escogerlo por nuestra propia cuenta.  Dios no terminó su obra en el versículo 26 el sexto día de la creación... Él solamente comenzó ese día y aún continúa terminándola. Dios puso en el huerto dos opciones: el árbol de la ciencia del bien y del mal y el árbol de la vida, porque Él quería que el hombre escogiera con su propio corazón y ante todo estaba buscando adoradores que le adoraran en Espíritu y Verdad (Juan 4:23).  Él no quería robots que simplemente tuvieran los poderes de Dios sin un corazón entregado a Él; Él quería adoración plena y voluntaria, quería que lo escogieran a Él "por amor"...  y recordemos