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Somos reyes y sacerdotes en entrenamiento.

Somos reyes...

 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes,  y reinaremos sobre la tierra. Apocalipsis 5:10

Somos reyes y sacerdotes, pero... ¿estamos reinando ya?  

De ninguna manera, pues en este mismo versículo leemos la palabra "reinaremos" que implica futuro. 


Sin embargo, ya hemos sido ungidos como reyes para ser entrenados para reinar, tal como sucediera con David.  David fue ungido como rey mucho antes de tomar el reino (1Samuel 16:1-13), por lo tanto este nombramiento simplemente sirvió para entrenar a David en las vicisitudes de la vida, pues aprendió a ser perseguido, a vivir en el desierto, sin dinero, a ser extranjero, a sufrir injusticias y a pelear constantemente en batallas sumamente difíciles; pero también a matar osos, leones y gigantes. 

Así mismo Abraham vivió muchos años esperando la promesa de la tierra y viviendo sobre ella como extranjero (Hebreos 11:9); de la misma manera que nosotros ahora vivimos como extranjeros en esta tierra que será de nuestra propiedad. 


Somos reyes y somos sacerdotes para nuestro Dios "en entrenamiento", por lo tanto andamos tal como David antes de tomar el trono, sin propiedades en este mundo, caminando por desiertos, luchando batallas intestinas, perseguidos, atribulados, angustiados, en apuros y sin derecho alguno en este mundo, pero como decía el apóstol Pablo "no desesperados" (2Corintios 4:8-9), porque tenemos esa unción sobre nosotros que nos da esperanza y poder para matar osos y leones y nos recuerda que somos "reyes" para nuestro Dios.


Por lo tanto, si somos reyes en entrenamiento, nuestra obligación debe ser aprender primeramente a gobernarnos a nosotros mismos y a nuestra casa en justicia y santidad (1Timoteo 3:5).









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